Friday, September 25, 2009

Qué grado de contemporaneidad tienen las ideas de Plebisch a la luz de la crisis mundial actual?



Según el alemán Karl Marx (1818-1883) la historia se nos presenta primero como tragedia y luego se transmuta en una farsa. En otras palabras la historia es una consecuencia entre factores que le dan un carácter repetitivo.

En el análisis al pensamiento del economista tucumano Raúl Plebisch (1901-1981) sobre los problemas del desarrollo económico de América Latina para la CEPAL en el año 1949, sería ideal sugerir si esos planteamientos tienen vigencia para la crisis económica actual.

Partiendo del enfoque de Plebisch, el cual fue basado en un desarrollo personal sobre sus ideas que formó desde el año 1.920, cabría destacar que su base de señalización sobre el curso de la economía estaba dictado por una agravamiento de la vulnerabilidad externa (deterioro de precios), el surgimiento del proteccionismo de los países desarrollados, y la adopción ( a ciegas) de tesis económicas de origen externo (países centrales).

Dentro de este planteamiento existieron sugerencias de cómo reorientar el comportamiento de la economía combinando sus posiciones ortodoxas y heterodoxas, tal como; para atacar la vulnerabilidad de capital externo propuso un aumento en el ahorro interno, deshacerse de patrones de equilibrios monetarios como el “oro” y uno de los puntos mas importantes es tratar de disminuir la dependencia de la demanda externa a través de la industrialización. Esto último como una propuesta para no seguir el planteamiento de una mono-cultura de desarrollo de productos primario-exportador, en el entendido que las causas de partir de una economía más dualista (productos primario-exportador más industrialización) generarían un equilibrio en la balanza de pagos provocando un aumento en la producción interna que ayudaría al crecimiento de la ocupación y el ingreso.

Es así que si Marx tiene razón en su afirmación de que la historia tiene ese carácter de binomio en el tiempo, entonces posiblemente lo que fue una tragedia en la crisis de la década de los treinta, hoy lo que presenciamos -en palabras de Marx- es una farsa de crisis en el entendido que su origen fue previsible y posiblemente orquestado por agentes privados y porque no hasta públicos que no actuaron con las habilidades para el beneficio de la sociedad.



En detalle hoy tenemos a los países subdesarrollados, más enfocados en una cultura de producto primario-exportador, en un punto de verdad donde sus vulnerabilidades se acrecientan tanto en la demanda externa como en la demanda de capital externo, todo debido a una disminución obviamente del crecimiento económico centralista de los países desarrollados.

Por esto parece indiscutible que el pensamiento de Plebisch tenga hoy vigencia, ya que la políticas de desarrollo económico en específico de América Latina no fueron armadas con la fortaleza que requerían y requieren.

En este punto es importante mencionar que Plebisch sugirió una seria y fuerte intervención estatal, pero compuesta por personal a nivel técnico con las habilidades de no ser influenciado por interés privados y hasta públicos, todo en el contexto de reorientar el desempeño de la economía en un vértice creciente, algo muy carente en algunos integrantes de la región.



Seguidamente Plebisch propuso un desarrollo sistemático y hasta sistémico ya que involucraba el incremento de la productividad para mejorar el nivel de la población, en esta línea la base dejaría de ser únicamente solo en la producción y exportación de productos, sino que también debería de ser insertado e impulsado todo el mecanismo de industrialización de los países subdesarrollados.

Es así como volvemos a interpretar que existió un sesgo en esta transitoria, ya que si bien algunos países de América Latina pudieron evolucionar a entornos de industrialización otros están ausentes de esta etapa o por lo menos es un desarrollo menor. Pero también esta industrialización en general ha sido de carácter más paulatino que en los países desarrollados, lo cual pudo haber sido un desfase entre la etapas lógicas del desarrollo donde primero se presenta la “emulación de las actividades industriales” y luego se procede la “innovación”, el cual es sin duda la clave hoy una de las ventajas competitivas de los países centrales.

Finalmente el aporte de Plebisch también nos instruye sobre como la historia del desarrollo económico posiblemente en toda América Latina presenta una visión cíclica por su dependencia de patrón primario-exportador que como ya se menciono es susceptible a las variaciones de demanda y capital externo.

Hoy la economía de América Latina paso de un periodo de estabilidad y crecimiento debido a la abundancia de los países centrales en su demanda de recursos primarios, a encontrarse con una desaceleración económica producto de esa vulnerabilidad de demanda y desequilibrio interno que Plebisch menciona en su pensamiento.




La actual crisis de alguna manera basándose en Plebisch tenía cierto porcentaje de previsibilidad ya que los países centrales estaban basando su crecimiento en factores de “confianza” que pudieron dar algún carácter subjetivo de la verdadera situación, dando posiblemente origen a un aumento de la especulación de los mercados.

Tal vez haciendo un ejercicio de tipo panacronico, los países subdesarrollados hubiesen ahorrado mas de lo que ahorraron para poder sufragar los costos de una crisis en el sector social, posiblemente también si se hubiese iniciado un desarrollo de políticas firmes en el sector de la ciencia y la tecnología los procesos de emulación e innovación hubiesen sido en menor tiempo lo cual pudiese haber dado ese valor agregado en la industria que hoy en día es una de las claves del desarrollo económico de los países desarrollados.